«El cantautor cubano nos transportó miles de kilómetros y nos hizo bailar al son de su tierra.»
Todo concierto implica un viaje. A veces las canciones nos llevan a lugares desconocidos y ficticios, otras a sitios muy concretos. El pasado viernes 15 de junio el concierto de Amaury Muro dentro de los Living Room Concerts nos llevó directamente hasta Cuba. Las canciones del cantautor mezclaban ritmos cubanos con numerosas influencias, desde el reggae a la balada. De esta forma consiguió transportarnos desde un salón del barrio de Malasaña a la isla caribeña. Era su primer concierto de este tipo, pero logró hacerse con la complicidad del público desde las primeras canciones.
Ya con el primer tema Amaury nos sacó varias sonrisas, y continuó con una canción sobre la esperanza con ritmo de reggae. Nos pidió que cantásemos con él para no sentirse solo, y poco a poco fuimos uniendo nuestras voces a la suya. “Por increíble que parezca, soy cubano y no sé bailar, yo solo canto y toco”, nos decía entre risas. “Saliendo a flote”, canción que utiliza el ritmo del son cubano, fue la siguiente canción. Nos enseñó a cantar el estribillo antes de empezar e improvisó algunas frases de la letra para adaptarla a la situación, sorprendiendo al público. Demostró que sabe compensar su falta de baile con otras formas de actuación, cantando un rap acompañado de guitarra, que habla sobre el frenesí de Madrid, la prisa de la gente por la calle y en el metro. Siguió con “Parece un aguacero”, una canción de amor, y nos preguntó si queríamos algo tranquilo o una canción para bailar. La elección unánime fue algo bailable, y Amaury nos deleitó con una canción con la que bailamos en la silla, “Cabeza, tronco, extremidades”, de ritmo animado, que trata el desequilibrio en una relación.
Tras el descanso, cantó “Recorriéndonos”, en la que se aprovecha del doble sentido y los juegos de palabras. “Despojado de todo”, con compás de 5/4, es un ejemplo de cómo el cantautor está intentando explorar nuevos ritmos. Después nos emocionó con “Pensando la isla”, una canción sobre Cuba llena de nostalgia. Nos contó que se trata de un país peculiar, como todos los demás. “Tienes que salir para entender mejor tu país”, nos contaba. La canción escribió después de mudarse a España. Nos dijo que allí llaman gorrión a la nostalgia, y dejó al gorrión volar libre entre los acordes. Dedicó “Personas curvas” a su abuela, que defendía a las personas “rectas”, con ideas marcadas y fijas, y nos animó a valorar las curvas en todos los aspectos. Al ritmo tranquilo de “Mirada a mirada” se quejaba de que hay cosas que no se hacen bien, que en el mundo se comparten muchas cosas menos los besos. Cerró el concierto con un ritmo cubano, el cha cha cha, en “La más musical”. A pesar de que no solía bailar, al final de la canción dejó la guitarra y, mientras cantábamos el estribillo con él, improvisó algunos pasos en el centro del salón. Antes de despedirse afirmó que había sido un placer tocar en un concierto así, y que esperaba volver a vivir la experiencia.
Descubrimos esa noche ritmos de otros lugares, y disfrutamos del viaje que nos regaló Amaury con sus canciones. Acompañado solo de su guitarra, el cantautor cubano nos transportó miles de kilómetros y nos hizo bailar al son de su tierra.
Paula Morais
Living Room Concerts
Todos los conciertos tienen lugar de forma privada en casas de Madrid o espacios únicos y se organizan a través de Meetup:
www.meetup.com/living-room-concerts-official
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