«Cada cual puede y debe buscar el sentido de lo que en ellas se dice, y solo así las canciones tienen verdad.» (Virginia Montaño, Duerme Simón)

Duerme Simón es una banda de pasado breve pero con un extenso futuro por delante. Con solo un año a sus espaldas, el grupo formado por Virginia Montaño (voz y teclados), Álvaro Molinillo (guitarras), Josh Hannaby (batería) y Uriel Morales (electrónica) nos presenta su primer álbum, «Bendita Valentía», financiado gracias a un exitoso crowdfunding lanzado en verano.

Hace unos días, Virginia nos contó más acerca del proyecto:

• Vuestros orígenes son diversos, pero ¿dónde y cómo nace Duerme Simón?

Duerme Simón nace en febrero de 2016, cuando empezamos a trabajar con Josh Hannaby y él nos pide formar parte de lo que en aquel momento era Índigo, aunque si contamos desde cuándo existe esta locura nos hemos de remontar hasta 2014, fecha en la que nació la precuela de Duerme Simón. En febrero de 2016 comenzamos a trabajar las canciones y todo fluía sorprendentemente. En nuestro primer concierto junto a Josh, el 7 de mayo en Contraclub, se hizo el cambio de nombre, imagen y estilo. Lanzamos para su celebración el videoclip de “Cromosomas mágicos”, y empezamos a gestionar la grabación del que queríamos que fuera nuestro primer disco.

• ¿Por qué escogisteis ese nombre?

Es algo que en las entrevistas os empeñáis en saber [risas], no sé por qué os parece tan curioso. En el momento del nuevo “bautizo” fueron dos palabras al azar que nos parecían curiosas y llamativas. A día de hoy, tienen muchísimo sentido para nosotros… pero, ¿para qué desvelar la magia?

• ¿Cómo fueron los primeros pasos?

Todo fue muy rápido, la verdad. Comenzamos a probar cosas con canciones que tenía yo compuestas de todo 2015, y en el local explotamos creativamente durante dos meses. Todo lo que nos parecía digno de registrar, lo grabábamos en directo para luego maquetarlo en casa. Y en el estudio casero que tiene Álvaro empezamos a premaquetar las 8 canciones de “Bendita Valentía”. Nuestra meta era enseñar esas canciones el 7 de mayo, para luego dar el enorme siguiente paso, que era poderlas grabar algún día en un estudio de verdad.

• A finales del año pasado vio la luz ese primer disco, «Bendita Valentía». ¿Cómo ha sido el proceso?

Como te iba contando, muy rápido pero muy emocionante. En mayo intercalábamos los ensayos para el concierto en Contraclub con la edición del videoclip de «Cromosomas mágicos» y el diseño de lo que serían las primeras fotos de promo, y a la vez nos quedábamos en casa hasta las tantas haciendo en el ordenador cambios para las canciones. En esta locura de cosas, nos llamó Txarlie Solano (Mäbu) para ofrecernos grabar este disco en Estudio Uno, y ya la locura se desató del todo. Comenzamos a organizar los días de grabación, que serían en verano, y mientras, Uriel andaba cambiándose de puesto a la electrónica dejando el bajo, pegándose un curro de la leche… qué recuerdos, la verdad.

• ¿Cómo ha sido la acogida de Bendita Valentía? ¿Dónde habéis presentado el álbum?

Sabemos que es un disco difícil. No es convencional, y a la gente le suele costar aceptar lo no convencional. Pero todo aquel que le ha dedicado sus casi 50 minutos, y lo ha saboreado con atención, nos ha dicho que le gusta. No es un disco para ponerte de fondo, porque contiene muchas cosas que tienes que escuchar atento, pero sabemos que en directo ofrece otros matices, y eso nos gratifica, porque es muy difícil de conseguir. Muchos, además, que me habían estado escuchando desde que yo empecé en esto al llegar a Madrid en 2012, no esperaban el cambio de registro. Y les ha parecido valiente y acertado, lo cual a mí personalmente me hace estar orgullosa de este trabajo.

Lo hemos presentado en Madrid, Málaga, Granada y Antequera, y esta primavera lo volveremos a presentar en Madrid y Salamanca. Queremos llegar a Barcelona, Cádiz, Sevilla y Valencia. Pero es complicado cuando la misión es salir de Madrid. Con paciencia seguiremos intentándolo.

• ¿Cuáles son vuestras principales influencias?

Rufus T Firefly, Penny Necklace, Vetusta Morla o Havalina. Son valientes, hacen lo que quieren y no se dejan influenciar por “lo que se lleva”. Sus letras contienen mundos metafóricos que nos parecen viajes, y creemos que de eso debe tratar la música: de hacer sentir y de sentir mientras se hace. Nosotros somos muy pro-hacer lo que nos salga de dentro. Y ellos, además de por esta razón, nos ofrecen canciones en las que “pasan cosas”, por lo que los admiramos profundamente. En el terreno internacional, nos quedamos con Alt-J, Red Hot Chili Peppers y, sobre todas las cosas, con Radiohead.

• ¿Cómo es el proceso de composición? ¿Qué os inspira? ¿De qué tratan vuestras letras?

Tenemos dos formas de componer, pero que funcionan igualmente bien. Normalmente, yo llevo un germen compositivo al local, normalmente un par de estrofas y un estribillo, a guitarra y voz. Primero lo interpretamos Álvaro y yo, y se va uniendo Josh a la batería. Una vez que vamos gestionando la estructura de la canción, vamos probando cosas Uriel y yo con los teclados, y ya es en casa donde se terminan de seleccionar los sonidos perfectos, se rematan matices y se deja la canción preparada para estudiarla en el local. El otro modo es más arriesgado, pero nos regaló “Vivir en paz”, por ejemplo. Todo lo que aparece en esa canción nació en una mañana en el local de ensayo. Pasamos la mañana entera estructurando y matizando sus partes, y al volver de comer, mientras los chicos daban vueltas en bucle al tema, yo escribí la letra tal cual la oís en el disco. Fue un día muy emocionante.

A mí me inspira cualquier cosa que vivo o veo. Libros, películas, vivencias, cosas de la calle o que me imagino. Cualquier cosa puede contener una canción dentro. Las letras de Duerme Simón tienen un significado que les otorgo yo, de donde han nacido, pero al salir al mundo dejan de pertenecerme. Es cierto que la metáfora me enloquece, y siempre intento decir lo que quiero decir con palabras que lo escondan o lo digan de otra manera. Estas canciones sufren una especie de transformación, convirtiéndose en parte de quien las escucha. Cada cual puede y debe buscar el sentido de lo que en ellas se dice, y solo así las canciones tienen verdad.

• ¿Cómo es un directo de Duerme Simón?

Es otra cosa totalmente distinta al disco. El disco es para saborearlo a solas. Es un disco a veces de recogimiento o de darlo todo en el salón de tu casa. Pasan muchas cosas en él y cada cual lo vive de una forma distinta. Pero en un directo de Duerme Simón se ve sobre todo amistad, buen rollo, admiración conjunta por los otros compañeros que tenemos a nuestro lado. Se ve trabajo y amor por la música. Se ve pasión, y a veces, incluso, devoción. Un directo de Duerme Simón es cuadrado por la exactitud de ejecución, pero también móvil, porque allá arriba se cuecen muchas experiencias que transmitimos de forma natural a todo aquel que mira atento. Según vemos, la gente se lo pasa bien: baila, se ríe y participa. Y no nos parece que haya nada más hermoso que eso. Hacer que gente que no se conoce de nada, participe de algo común que les hace felices.

• Estáis participando en el concurso Emergentes de Contraclub, ¿cómo está siendo la experiencia?

Pues muy emocionados, la verdad. Esperando estamos a que nos diga la organización si finalmente pasamos o no a la final, y encantados de que esté siendo en la que es para nosotros una segunda casa. En Contraclub se han presentado todas las nuevas canciones de lo que fue Índigo y de lo que es ahora Duerme Simón, y nos encanta pasar tiempo allí. No nos esperábamos para nada pasar a la semifinal, y ese cosquilleo es el que tenemos ahora, pensando que podríamos tener posibilidades de pasar a la final. ¡Ojalá sea así!

• ¿Cuál es el mejor momento que habéis vivido encima de un escenario?  

Sin duda el arranque de nuestro concierto de presentación. El momento en el que Álvaro encendió nuestra lámpara con el logo de Duerme Simón y comenzó “Fieras en libertad”. Mirar hacia delante y ver tantas caras conocidas y, sobre todo, tantas caras desconocidas, fue brutal. Vimos que todo el esfuerzo desde febrero hasta octubre, incluyendo la preparación de los temas, grabar en pleno verano el disco, el crowdfunding, las vacaciones y la vuelta a la realidad, había tenido sentido.

Otro momentazo en nuestra historia ha sido la minigira por el sur que hicimos el diciembre pasado. Lo pasamos realmente bien.

• ¿Cómo os definiríais como grupo? ¿Y vuestra música?

Somos muy sencillitos, la verdad [risas]. Un grupo de amigos real, que se quieren y se apoyan dentro y fuera del local. Casi somos familia. Hacemos esto porque tenemos un compromiso con nuestros sueños y nuestra pasión, y hacerlo juntos nos reconforta.

Nuestra música es una mezcla de influencias muy distintas pero que curiosamente encuentran cabida en las canciones de Duerme Simón. Si la tengo que definir con una palabra, sería valiente.

• 2016 ha sido un gran año para Duerme Simón. ¿Qué le pedís al 2017? ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?

Que estas canciones trasciendan y lleguen a muchas más personas, poder llevar las canciones de este disco lo más lejos posible y tener algún reconocimiento “oficial”, que, al parecer, es el único que te lleva lejos en este difícil mundo.

Los planes más a corto plazo son grabar vídeos promocionales, nuestro primer videoclip oficial, y seguir componiendo temas nuevos, ya más maduros y que ofrecen cosas nuevas, todo esto mientras preparamos los conciertos que tenemos planificados hasta verano.

Después de un año tan intenso y lleno de comienzos, no nos cabe duda de que Duerme Simón tienen por delante un gran camino, y esperamos poder acompañarles por él. Pudimos disfrutar del concierto de presentación en Café La Palma en octubre, y estamos deseando volver a verles en directo. La próxima cita: el viernes 17 de marzo en la Costello Club (entradas aquí). ¡No les perdáis la pista!

Paula Morais

Imágenes cedidas por Duerme Simón

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